viernes, 4 de abril de 2008

MARCO METODOLOGICO

Para la elaboración del proyecto se tomo en cuenta el índice de población que hasta ahora se ha notado un serio incremento de personas que se dedican a tomar en exceso.
Además de tomar una población de adolescentes para realizar una encuesta de si ingieren alcohol o no, para ello se realizaron las siguientes preguntas que determinaron un cierto índice de jóvenes que ingieren alcohol sin saber el daño que le causa a todo su cuerpo como por ejemplo: para algunos, significa el falso atractivo de entrar en el mundo de los adultos y romper con las pautas que marcan el universo de la niñez. Para muchos más, en cambio, no hay verdadera diversión sin alcohol de por medio, y ello porque el alcohol, aun consumido en pequeñas cantidades, estimula la corteza cerebral y vuelve a las personas más desenfadadas y ocurrentes. El problema es que tras esos primeros efectos de euforia aparece una pérdida de autocontrol y las personas asumen conductas que sin el catalizador etílico no serían capaces de adoptar. Entre la preguntas realizadas se encuentra ¿A que edad comenzaron a ingerir alcohol?, ¿Qué los orillo a ingerir alcohol de manera excesiva? Y el ¿por que lo hacen? Y así se tomaron los siguientes resultados : en nuestro país tiene más de 1.265.000 alcohólicos mayores de 16 años, pero lo sintomático del futuro nada promisorio es que tiene más de 800.000 menores de entre 12 y 15 años que ya consumen alcohol regularmente.
El abuso de alcohol en los menores se encuentra instalado y socialmente aceptado. Se ha resuelto impulsar una fuerte ofensiva contra la venta de alcohol a menores en México.
Hasta hace algún tiempo, y no sin cierta condescendencia, esta nociva costumbre fue considerada una moda temporaria que más tarde o más temprano -como tantas otras-, terminaría por extinguirse. Esa actitud permisiva tuvo graves consecuencias: la afición por el alcohol se ha convertido en un hábito que tiene hondo enrizamiento en las franjas más jóvenes de la sociedad.
Al traspasar los límites de una ingesta moderada y esporádica, los bebedores de alcohol -tanto más cuando se trata de jóvenes- se arriesgan a transformarse en adictos.
Las cifras del consumo juvenil comienzan a ser preocupantes por su progresivo asentamiento y, sobre todo, por las pocas barreras capaces de contrarrestar su incidencia.
Las estadísticas nos indican que el alcohol está presente en muchos ámbitos antes incontaminados, sobre todo en los juveniles, donde el camino de introducción es preparado por el consumo desmedido del alcohol.
El alcohol representa una droga "lícita" con la cual se inician los jóvenes en el vicio adictivo porque es barato, accesible y socialmente aceptado. Las organizaciones criminales lo utilizan como una puerta a nuevas experiencias dado que trabaja abriendo brechas en las que se infiltra, gradualmente, el concepto de iniciación en el consumo.
El exceso en el consumo de alcohol suele ser el primer paso antes de probar la marihuana o la cocaína. El alcohol es, en muchos casos, el camino a la droga y muchísimos jóvenes han comenzado a transitarlo. Las respuestas que mas preocuparon fueron: que en su mayoría los adolescentes comienzan a ingerir alcohol a muy temprana edad; otra fue que ellos ingerían alcohol por los problemas que tienen en casa, y otros fueron por: culpabilidad, vergüenza, rencor, inseguridad, delincuencia, problemas económicos y maltrato físico.

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